jueves, 24 de abril de 2014

GUIÓN COMENTARIOS DE TEXTOS POÉTICOS

A.- Estructura externa
B.- Estructura interna
C.- Lenguaje poético
A.- ESTRUCTURA EXTERNA.
    Generalmente, el poema se presentará en verso. ( Hay, por supuesto, poemas en prosa, pero no es el caso en ninguno de los poemarios propuestos, haciendo la salvedad de Luis Cernuda, donde además es minoritario.) El primer cometido será el análisis métrico del poema, con la inclusión de un comentario sobre todos los aspectos métricos: versos, pausas, acentos, rimas y estrofas. Se tendrá en cuenta que algunos poemas no presentan una métrica tradicional, sino el verso libre, el cual no responde a ninguno de los aspectos métricos citados. En los poemarios seleccionados es muy minoritario, pero esta presente. Conviene ir con cautela, pues en algunos autores (  Juan Ramón Jiménez, Cernuda, Neruda, Vallejo ) nos encontramos con versos libres, con métrica tradicional y con una mezcla , a veces, de ambos, pues  el verso libre es un elemento característico de la poesía del Siglo XX, y fueron estos autores los que d dieron ese paso, a veces de forma clara, a  veces, como prueba.
    En el verso, se indicara el nombre, clasificación y origen. ( Ej: el verso alejandrino es un verso de arte mayor, compuesto por dos hemistiquios heptasílabos, de origen  medieval. Fue utilizado por el llamado Mester de Clerecía, en el Libro de Alexandre, obra anónima del siglo XIII , de donde recibió el nombre/) .
    Las pausas finales son las que marcan verdaderamente el verso. El elemento más atractivo, para el comentario, es la presencia de encabalgamientos, motivado por múltiples causas, según el autor y poema, y no se deben pasar por alto.
    No se suele atender a los ritmos acentuales en el poema, aunque sea el elemento primordial del mismo. Probablemente el tiempo del que se dispone no de lugar a su estudio. No obstante, si se puede hacer alusión a ello en casos muy marcados.
    En la rima se hará constar su tipo ( asonante o consonante)  y su esquema, respetando las convenciones más extendidas: identificar la misma rima con la misma letra, mayúscula o minúscula según sean los versos de arte mayor o menor; y señalando con un guión los versos sueltos.. No estaría de más señalar los fonemas que formas la rima en cada caso, si no son muy abundantes.
    Finalmente, se comentará la estrofa. Presenta, en algunos de los autores leídos, una formulación tradicional: soneto, romance, cuartetos, serventesios, décimas, etc... Pero en muchas otras, desde el Modernismo,  aparecen esquemas métricos novedosos, que no responden a ningún esquema fijo, sino a la libre creación del poeta. Habrá que ver la adecuación de la misma al contenido que en ella se expresa.
Comentario de poesía
B.- ESTRUCTURA INTERNA.
    En la estructura interna se reflejarán los diversos apartados en que podríamos dividir el "contenido" del poema. Ello supone adelantar, en parte, el significado del poema. No habrá más remedio que hacerlo así, pues el "contenido" de un poema probablemente tiene mucho más que ver con estas cuestiones formales que con las puramente significativas: en otras palabras: si es literatura lo es por la forma externa que ha querido darle el poeta y por la organización de sus materiales lingüísticos. Y no porque su significado sea poético por si mismo.
    Hay que tener en cuenta, consecuentemente con lo dicho ahora, que la estructura interna guarda relación, en muchas ocasiones, con la externa. La división en determinadas estrofas puede indicar una división significativa. ( Así ocurre generalmente con el Romancero gitano de Lorca )
    Por otro lado, la estructura interna puede hallarse determinada en otras ocasiones por la utilización de unos recursos expresivos diferentes en cada una de sus partes. Si se encontraran estos recursos propios del lenguaje poético, facilitaría y anticiparía, de nuevo, algunos elementos que se desarrollaran en el punto siguiente.
    Como se vera, su delimitación es compleja, pues se deben atender a diversos aspectos que se trataran con amplitud en otros apartados. Por ello se aconsejo antes, y se insiste ahora, en la conveniencia de hacer un pequeño esquema previo.
Comentario de poesía
C.- LENGUAJE POÉTICO.
    El análisis del lenguaje poético es el apartado más arduo de elaborar. Presenta múltiples rasgos y es difícilmente delimitable, por cuanto los recursos son muy variables, incluso en diferentes poemas de un mismo libro. Además, conviene ir aunando estos rasgos con la estructura externa y con sus valores significativos, pues una enumeración de elementos poéticos sin valor significativo carece de todo interés. (Ejemplo: "el texto presenta muchas metáforas, repeticiones y aliteraciones". ) Y esa explicación tampoco consiste en definir las figuras ( Ejemplo: "la aliteración es la repetición de fonemas" ) Para realizar un buen comentario se deben evitar estas listas y explicaciones que no aportan nada sobre el texto. Habrá siempre que buscar su valor poético.
    Radicará en el uso de de figuras literarias y en el valor expresivo que aporten los materiales lingüísticos. En realidad no son dos aspectos distintos, sino que están funcionando en el mismo plano. La distinción es puramente metodológica.
    Sin pretender la exhaustividad, se pueden apuntar algunos elementos que tal vez sirvan de guía, teniendo en cuenta que no todos aparecerán en un determinado poema. Advertir también que cada poema impondrá el orden en que se comentan estos materiales; por ello, el orden en que aparecen aquí sólo obedece a los diferentes planos de la lengua.
 Fonología.
    El principal recurso fonológico que presenta el texto ya ha sido abordado en la estructura externa, pues todos los elementos métricos son fonológicos.
    Recordar sólo la aliteración, muy presente en los poemarios seleccionados, tiene valores expresivos muy alejados según los casos, dependiendo de los sonidos que se repitan. Recordar ahora su presencia durante todo el modernismo, sin olvidar que puede estar presente en cualquier poema.
 Morfología.
    Un repaso de la Lengua de COU debiera ser suficiente para comprobar que la lengua ofrece múltiples posibilidades expresivas. Sólo aparecerán aquí aquellas que pueden ser más productivas.
El sustantivo: Los valores expresivos del sustantivo radican más en su significado que en sus aspectos morfológicos. Tal vez, el único aspecto morfológico interesante es la presencia de morfemas apreciativos: dimimutivos, aumentativos y despectivos. En todos ellos, suelen primar los valores afectivos sobre los verdaderamente denotativos, de tal forma que el autor no aumenta o disminuye magnitudes, sino que manifiesta su subjetividad hacia las realidades  a las que alude el sustantivo.
El adjetivo: Debe ser tenido muy en cuenta pues sus posibilidades son muy variadas. Aumentan según sea su función y frecuencia: desde el adjetivo con función de atributo al grupo de adjetivos epítetos alrededor del nombre. Cela muestra toda su ternura y toda su ironía a través de la disposición binaria/ternaria de los adjetivos en torno al sustantivo. Su colocación respecto al nombre es muy variable: los adjetivos especficativos suelen posponerse al sustantivo, mientras que los explicativos se anteponen. Otro criterio muy a tener en cuenta es que los adjetivos valorativos se anteponen, mientras que los objetivos se posponen.
El verbo: Los valores modales, aspectuales y temporales que el verbo ofrece son muy utilizados por casi todos los poetas. Convendría repasarlos en el manual de Lengua de COU. Así, Lorca, en su Romancero Gitano, utiliza el mismo sistema verbal que el romancero viejo, donde se priman los valores aspectuales del verbo (imperfectivo/perfectivo) en detrimento de los valores temporales. Igualmente expresiva es la oposición Indicativo/Sunjuntivo  en La realidad o el deseo de Cernuda.
Determinantes y pronombres: Se unen generalmente al verbo para mostrarnos las personas gramaticales. La lírica muestra la subjetividad de un "yo". Y puede ir dirigida a una segunda persona, bien concreta (en los poemas amorosos), bien representación del lector, o a una colectividad. Blas de Otero, en Ancia, pasa del yo al nosotros para manifestar un cambio en la concepción de su poesía.
 Sintaxis.
     Los recursos sintácticos más frecuentes son:  paralelismo ( a veces acompañado de repetición), hipérbaton, asíndeton y polisíndeton. Los tres últimos son recursos escasos en la poesía del siglo XX. Por ello mismo, su aparición es muy significativa. El paralelismo suponen un detenimiento lírico y temporal, a veces en acciones o sentimientos que se repiten.
 Semántica.
    La mayor complejidad de los textos poéticos podría radicar en que predominan los valores connotativos frente a los denotativos. Remiten a determinados temas que suelen ser constantes en cada poeta, traspasando en muchas ocasiones un libro y abarcando la obra entera del poeta y hasta toda una época literaria.
    Generalmente, no afectan solamente a una palabra, sino a un grupo de ellas que mantienen un estrecha relación significativa. Estas reiteraciones léxico-semánticas van referidas a significados "clave" que es necesario comentar. Machado insiste en ciertos elementos como la tarde, la infancia, el recuerdo, las galerías, etc... Neruda, en los elementos telúricos. Abril, de Luis Rosales, lleva un título significativo por si mismo.
    Las figuras literarias referidas al plano semántico son muy numerosas.
 Figuras de pensamiento.
    La personificación o prosopopeya generalmente le sirve al poeta para trasladar sus sentimientos a todas las cosas. Aunque no muy  presente en los textos poéticos elegidos, hay dos figuras contrarias: cosificación y animalización: ambas se pueden rastrear en los Poemas humanos de Vallejo; están muy frecuentes, con otra intención, en el estilo esperpéntico que utilizan Valle-Inclán y Cela en sus respectivas obras. En estos casos, se trata de rebajar la dignidad de los personajes; en Vallejo, se parte de esa degradación del ser humano para aceptarla casi con alegría.
    La antítesis representa el contraste de ideas o pasiones (amor/odio, realidad/deseo). Al ser la visión del poeta un visión subjetiva, es muy frecuente que se vea alterada, sobredimensionada: aparecerá la hipérbole.
 Tropos
    El uso y la renovación expresiva de la metáfora es probablemente el rasgo más característico de la poesía del Siglo XX. Arranca en el Modernismo para pasar a la depuración expresiva de Juan Ramón Jiménez y llegar a la culminación con la Generación del 27. Siempre pone en estrechisima relación dos términos (real e imaginario), de donde proviene toda su fuerza expresiva. Se tratara siempre de explicar esa relación y los nuevos significados que adquieren los dos términos. En el Modernismo, la metáfora aparece vinculada con la sinestesia. Y en otras ocasiones, se podría establecer relación con el símbolo: no podía ser de otra forma, pues el Simbolismo francés es una de las fuentes de donde se nutre nuestro Modernismo. Tambien en relación con la metáfora, aparece el símil o comparación, que mantiene el deslinde entre los dos elementos puestos en relación.
    La metonimia ( Parece cada vez más inadecuado establecer la diferencia con la sinécdoque ) establece la relación entre el todo y la parte o viceversa. Establece cambios significativos importante, al reducir o ampliar la caracterización semántica de las realidades a las que se refiere.

GUIÓN COMENTARIOS DE TEXTOS NARRATIVOS

 Para realizar un buen comentario del texto, se deberán seguir las siguientes instrucciones y además se valorará una rica, precisa y adecuada expresión escrita.

    1.Localización: se trata de situar el fragmento en el conjunto de la obra (narrativa/teatral) o en libro (poesía) si se trata de un poema. Se señalará también el género literario porque ayuda a interpretar y valorar el texto.

   2.Análisis del contenido: Qué dice el texto.

   A. El autor en el texto:
   Es necesario analizar la actitud, postura y el punto de vista del autor en el texto que comentamos. En general, se puede establecer la actitud del autor según el género literario: en la épica o narrativa, el escritor se presenta como observador de la realidad (actitud externa narrativa-descriptiva); en la lírica, da cuenta de su estado de ánimo (actitud interna intimista); con la dramática,el autor crea una realidad conflictiva, sale de sí mismo, se oculta (actitud externa extrañada).Respecto a la postura, la objetiva supone un deseo de fidelidad hacia lo exterior; la subjetiva, una valoración sentimental, desde la intimidad; en la irónica se produce una discrepancia entre texto y contexto, es decir, entre lo que se espera que suceda y lo que sucede realmente; también se puede distinguir entre postura racional e intelectual/ afectiva y realista/imaginativa-fantástica. En cuanto al punto de vista, se exige reponder a preguntas como:¿desde dónde se relata la historia? ¿Aparece el narrador o no aparece? ¿participa en la acción o no? ¿conoce más, menos o igual que sus personajes? ¿se distancia de la obra, es decir, describe solo lo que ve o sabe todo de los personajes y acciones? ¿interviene como comentarista de los hechos y juzga los acontecimientos? ¿utiliza recursos para ataer la atención del lector, se dirige expresmente a él? ¿desde qué persona habla? ¿mantiene el punto de vista fijo o varía y alterna? Articulando algunos de los supuestos que hacen referencia a las preguntas anteriores con la persona desde la que se narra y el gardo de intervención y conocimiento de la acción, puede establecerse la siuiente guía: tercera persona limitada (se refiere a todos los personajes en 3ª persona, pero describe solo lo que puede ser visto, oído o pensado por un solo personaje); tercera persona omnisciente (tiene un conocimiento completo de todo: sentimientos de los personajes, acontecimientos, pensamientos; era la forma más generalzada hasta ahora en la novela); tercera persona observadora (narra ciñéndose a lo que puede conocer, no se adentra en el interior de los personaes); primera persona central (es el personaje principal que cuenta su propia historia); primera persona periférica (un personaje secundario narra en 1ª persona la historia del protagonista que él conoce por estar envuelto en ella); primera persona testigo (un testigo de la acción que no participa directamente en ella narra en 1ª persona los acontecimientos); segunda persona narrativa (se produce un desdoblamiento o un ficticio diálogo-monólogo del protagonista consigo mismo; es un recurso muy utilizado por la novela moderna); las cuestiones relacionadas con el punto de vista se aplican con mayor rendimiento en el género narrativo.

   B. El contenido
      En literatura suele denominarse tema a la idea principal del texto. Hay que distinguirlo de la anécdota, la historia o el asunto, que se concretan en el argumento. No siempre es sencillo descubrir el tema y además no pueden aplicarse recetas para desvelar los secretos de un texto. Sin embargo, hay ciertas señales superficiales para penetrar en su interior: los conocimeintos culturales del lector, experiencias de vida y conocimientos generalizados; otras veces el tema se obtiene generalizando las ideas que aparecen explícitas (frecuente en ensayos o escritos didácticos donde se exponen enseñanzas intelectuales o morales) y, finalmente, se pueden observar la presencia de palabras clave.
    Por otra parte, cada tipo de texto tiene una organización peculiar. Es fácil determinar la estructura externa de un texto (capítulos, actos, etc.); no lo es reconocer el entramado interno; aunque es posible destacar determinados esquemas que se repiten. Nos ocuparemos por separado de los textos narrativos y de los poéticos.
    Narraciones.
    El escritor combina narración, descripción y diálogo, según exigencias del relato. La organización narrativa más frecuente se articula entorno a la sucesión de hechos que se producen en un orden determinado: a veces el escritor cuenta un suceso desde el principio, siguiendo la cronología de los hechos, pero en ocasiones altera ese orden; en la narrativa contemporánea el desorden es muy frecuente. 
   Textos poéticos.
   La estructura está estrechamente relacionada con el tema. La elección de una determinada estrofa supone un condicionamiento estructural. Esto resulta evidente en el caso del soneto, una de las formas preferidas de la poesía española desde el siglo XVI: el poeta opta muchas veces por distribuir el mensaje entre cuartetos y tercetos o hace que la información se diferencie en cada estrofa.

   3. Análisis de la forma: Cómo lo dice
    En la literatura no existe propiamente contexto situacional de la obra, pues el autor se dirige a un receptor universal, que creará una situación de lectura, según el ánimo, el lugar, la cultura y actualiza los valores estéticos del texto.
   El análisis formal trata aspectos lingüísticos que caracterizan al texto literario en tres niveles: fónico, morfosintáctico y semántico.
    A. Plano fónico.
   Los recursos son variados: figuras retóricas basadas en el sonido, fonemas expresivos, acento y entonación, análisis métrico del texto en verso.
   Además en este palno se ha de estudiar lo que diferncia sustancialmente al verso de la prosa, es decir, el ritmo (repetición de fenómenos a intervalos regulares); los factores que contribuyen a marcar el ritmo en el verso son la medida, la rima, las pausas y el acento rítmico  (esquema acentual que el poeta elige).
    B. Plano morfosintáctico.
   Es el estudio de las unidades lingüísiticas atendiendo a la forma y a la función conjuntamente. Se trta de observar la presencia/ausencia de sintagmas nominales (sustantivos, adjetivos, adverbios); características y peculiaridades del sintagma verbal; dominio o no de preposiciones y conjunciones; pronombres dominantes que caracterizan al texto; interjecciones; tipos de oraciones. Además se deben señalar las figuras retóricas que aparezcan y su función:
   Por repetición de palabras: anáfora, poliptoton, polisíndeton.
   Por analogía, cambio de orden, concordancia: dilogía (o equívoco), calambur, hipérbaton, quiasmo.
   C. Plano semántico.
   La semántica estudia los significados de las palabras. La selección del vocabulario ha de tener mucha importancia en este plano de análisis. Se debe prestar atención a las clases de sustantivos, de verbos, de adverbio, nociones del adjetivo; eufemismos; arcaismos, cultismos, neologismos, vulgarismos; locuciones y frases hechas; antónimos, sinónimos, palabras polisémicas. Cambios de significados de las palabras: metáfora, metonimia, sinestesia. Figuras retóricas: hipérbole, personificación, símil, antítesis, paradoja, lítote, ironía.

   4. Conclusión y crítica personal.

   Se trata de evaluar los resultados obtenidos, es decir, integrar las conclusiones parciales. Se expresará una opinión personal sobre el texto, apoyada en los resultados parciales.